Hoy voy a reflexionar sobre un tema
que me parece muy importante en el sistema educativo, acerca del bullying.
Primero de todo me gustaría definir
que es el bullying y el acoso escolar, el bullying es una tortura que sufren
chicos y chicas diariamente en el centro que supuestamente les da educación,
apoyo y formación. Los servicios sociales actúan
rápidamente cuando hay un maltrato familiar, pero cuando existe un maltrato en
el centro los pasan de largo, tanto los educadores sociales como profesores. El
acoso escolar es llegar a clase temblando, escuchar insultos, recibir
agresiones físicas y amenazas, volver a casa llorando.

El acoso escolar, se dice pronto
pero parece ser una palabra muy grave en los colegios e institutos, esta
palabra tan común en nuestro tiempo, algunos jóvenes sienten una pequeña
satisfacción al provocar a los más jóvenes. Estos problemas deben ser tratados
cuanto antes, ya que muchos jóvenes sufren diferentes problemas emocionales a
causa del acoso.
Para evitar esto, lo mejor sería
hablarlo con alguien de confianza y expresar lo que siente cada niño en cada
momento, o a través de la escritura también se pueden desahogar e incluso les sería
más fácil a los niños, a través de la lengua escrita.
No solo los
que sufren este acoso son los dañados, sino también todos los que rodean a este
niño. Los niños que provocan el bullying tienden a sentirse poderosos, fuertes,
superiores y seguros.
Muchos de
los padres piensan que al cambiar a su hijo de colegio solucionaran el problema
pero creo que no sería una buena solución, también puede provocar un daño
mayor, ya que estos niños están débiles ante tanto acoso, puede implicar que
vuelva a sufrir el acoso y esto provoque un mayor trauma.
Conclusión:
Muchos jóvenes a causa de este problema se suicidan por miedo a hablar sobre el
tema, desde mi punto de vista no tienen que tener miedo a expresarse, es algo
normal que a cualquier persona le puede pasar, lo mejor es hablarlo lo antes
posible, pero muchos niños tienden a callárselo simplemente porque les da vergüenza,
se sienten como si hubieran sido culpables de los actos de los demás contra
ellos. También los padres deberían observarlos si ven algo fuera de lo normal,
hay que darles mucha importancia para que acabe cuanto antes y no siga
sufriendo el niño. Los niños piensan que hablarlo con adultos puede empeorar
las cosas, en algunos casos es posible pero si todo se trata con discreción y
de modo adecuado se puede solucionar.
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